domingo, 3 de noviembre de 2013

Prácticas inclusivas y construcción del conocimiento

          La Ley de Educación Nacional (N° 26.206) y de la Provincia de Buenos Aires (N°13.688) definen a la educación y al conocimiento como bienes públicos y el Estado se convierte en garante de este derecho, al promover el acceso a un bien social para todos los adolescentes y jóvenes, quienes como sujetos de derecho, asisten a la Escuela Secundaria de carácter obligatoria y con alcance de universalización en prosprectiva.
        Para el Estado, como lo establecen estas resoluciones, en especial los “Lineamientos políticos y estratégicos de la educación secundaria obligatoria”, la escolaridad obligatoria es una herramienta central para la concresión tan anhelada de la inclusión social basada en la construcción de políticas para todos, en todos los ámbitos -en especial en el educativo- como un camino para la construcción de una nación soberana.
         Se plantea entonces en este marco, una nueva institucionalidad aliada con el Estado democrático, que obliga a “revisar las representaciones sobre los intereses, preocupaciones e inquietudes de adolescentes, jóvenes y adultos, así como sus recorridos vitales, marcados muchas veces por los procesos de exclusión. Este camino a recorrer debe permitir un acercamiento mayor a ellos, en una apertura que permita reconocer las voces y aspiraciones de estas nuevas generaciones destinatarias de nuestro trabajo y nuestros sueños de dignidad y justicia”. (Resol. 188 del CFE)
          Fortalecer el recorrido desde las trayectorias escolares fragmentadas a trayectorias continuas y exitosas (en el sentido de completas y con aprendizajes significativos) será el principal desafío, porque esta tarea exige que la problemática sea resuelta a través de una consolidación del trabajo pedagógico institucional colectivo, que sea superador de la mirada fragmentada por disciplinas y que al revisar las ideas de fracaso escolar se puedan encontrar nuevos rumbos en los que la enseñanza y el aprendizaje generen felicidad y no frustración.
              Por lo tanto, repensar la práctica cotidiana que los profesores realizamos en nuestras aulas que posibiliten procesos de inclusión educativa sinceros y efectivos, requiere revisar marcos teóricos que nos den pistas sobre cómo y con qué llevarlos adelante. Uno de los enfoques que incide en el diseño de secuencias didácticas es el que se refiere a que el conocimiento se construye. Lo postulan la Psicología Cognitiva (Piaget, Vigotsky, Bruner, Engeström) y la Biología del entendimiento humano (Maturana, Varela).